Krautrock

Hace un tiempo me quedé flipando con que un periódico como el provincial Diario de Navarra tuviera un suplemento dedicado exclusivamente a música y que pretendiera barrer todos los estilos que decían que pretendían. Algunos tan freakies como este: "Krautrock". Y el caso es que hace tiempo que quiero hablar aquí de un grupillo alemán bastante famosete llamado Kraftwerk -sí, mi paso por alemania me ha marcado de algún modo ;)- y creo que entra dentro de este estilo. Pero, unfortunately, no lo he encontrado en la crítica del provincial :s. However, y como en un tiempo no voy a poder postear, les dejo lo que dicen en su güe y el enlace de arriba... por si les apetece echar un vistazo. Ah! La clave es "bird".

El krautrock ha tenido una influencia capital sobre las músicas populares de vanguardia y el underground desde mediados de los noventa hasta ahora mismo. A pesar de que su esplendor se diera a mediados de los setenta los frutos no han sido reivindicados y explotados hasta ahora. Bandas como Wilco (véase su último álbum de estudio “A Ghost is Born”), los postrockeros Tortoise, los paladines del pop político Stereolab, o las hordas de maraña folk experimental salido de Brooklyn tiene que ver con el krautrock.

¿Pero qué es el krautrock y que tienen que ver estos nombres modernos con eso? El krautrock es el nombre que recibieron por parte de la prensa inglesa muchas bandas de rock alemán de principios de los setenta que buscaban expandir las posibilidades sónicas del pop experimental. En lugar de seguir la dirección de sus homólogos británicos o americanos los grupos alemanes se movieron audazmente hacia estructuras jazzísticas o composiciones basadas en partituras de música clásica para crear albumes conceptuales. En ese intento las bandas alemanas volvieron su mirada hacia la electrónica y patrones rítmicos muy mecánicos. Trabajaban sus obras con sintetizadores de primera generación y manipulando cintas grabadas al modo de los pioneros de la música concreta a finales de los cuarenta, grupos como Faust, Can y Neu! crearon un sonido hipnótico, continuo y penetrante que le debía más a la vanguardia que al rock. Aunque estos grupos no tuvieron mucho impacto en su época a principios de los ochenta en tiempos del post-punk y el rock industrial se empezó a reivindicar su papel. Pero esto fue definitivo en los noventa con los mencionados Stereolab o Tortoise que adoptaron el sonido hipnótico, las baterías metronómicas y galopantes.